Enrique Pita. Madrid
Más del 84 por ciento de los pacientes sometidos a una intervención para corregir los problemas oculares en las instalaciones de toda España de Clínica Baviera apuntan hacia la comodidad como el principal de los motivos que les llevaron a tomar esta decisión, según un estudio realizado por el grupo.
La Clínica Baviera ha puesto en marcha el estudio para conocer los motivos por los que sus pacientes se someten a cirugía para corregir problemas visuales.
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“En todo el grupo, lo que hemos visto es que realmente la gente realiza el tratamiento para ganar calidad de vida, para ganar confort. Hablamos de un altísimo porcentaje, cerca de un 85 por ciento”, señala el oftalmólogo de la Clínica Baviera de Pamplona, Juan Carlos Pinto, que aún así resalta que también hay un importante porcentaje de pacientes, 14,75 por ciento, que lo hace por motivos laborales.
Un dato significativo del estudio es el porcentaje de personas que dicen someterse a estas intervenciones por motivos estéticos (cercano al 17 por ciento en toda España). Si bien Pinto asegura que “no consideramos la cirugía refractiva un procedimiento estrictamente estética, es una motivación que se deja notar especialmente en la zona del litoral mediterráneo, donde supera el 20 por ciento en ciudades como Málaga (22,26), Barcelona (21,28) o Mallorca (21,05).
Cambio del grupo de edad
El objetivo del estudio es “precisamente” valorar cuáles son los motivos de los pacientes para someterse a este tipo de tratamientos, pero además ha permitido hacerse una idea de los grupos de edad que se someten a estas intervenciones. Así, Pinto señala que hace unos años la gente que se sometía a tratamientos refractarios “eran pacientes jóvenes, de hasta 35 o 40 años”, pero la dinámica ha cambiado, señala, y desde que se operan problemas como la presbicia, “la curva de edad ha variado y ahora la población que se somete a este tipo de tratamientos es mayor, de hasta 50 o 55 años”.
Por otra parte, no solo la comodidad o la estética definen la buena acogida de estas intervenciones, sino que tiene también que ver con la generalización del láser, “seguro y más económico que otras opciones”, señala Pinto, aunque existen otras técnicas con un precio más elevado. En este sentido, afirma, “las variables del entorno económico no influyen en exceso”, aunque “sí es cierto que en aquellos cuya motivación era meramente estética sí que pueden retrasar su decisión”.
Aún así, la mejora en la calidad de vida y en la comodidad que supone para los pacientes someterse a esta intervención es realmente el factor decisivo a la hora de tomar la decisión, y, en este punto, Pinto recalca que “esto no depende tanto del entorno económico”.
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